martes, 17 de noviembre de 2009

Verguenza I. Lo siento, macho

En los pasillos, estábamos todos hablando sobre el examen final que estaba tomando la profesora en el aula. Una de mis compañeras se llevó el dedo índice a la mejilla izquierda, bien cerca del ojo, como diciendo "Cuidado". Yo sabía a qué se refería, pero me hice el tonto.
-Ah, lo que me habías dicho...- Traté de ser natural, pero más me delataba.
-No. No es eso -No paraba de hacer aquella señal con su dedo -Hay situaciones raras. Vos sabés-
Sí, yo sabía: el chico heterosexual de tercer año se había dado cuenta de mis miradas y de mi nerviosismo durante las últimas semanas. Y se lo había dicho a ella. Lo siento, macho.

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